¿Preguntona yo?
Muchos
hombres andan diciendo por ahí que las mujeres son MUY preguntonas. Y
probablemente en tiempos pasados se ha considerado la misma idea como real.
Incluso puedo imaginarme a mi abuelo o a mi padre exigiendo no ser tan
“preguntona” a sus respectivas parejas ¿será cierto? Alguna podría argumentar
que los hombres lo son también e incluso hasta más pero ese no es el punto, la idea
es que no acoses a tu hombre, chico, novio, bla-bla-blá con preguntas del
estilo: ¿me quieres?n, es
decir, a la n potencia o repetida por miles y miles de veces hasta que ya la
respuesta es una súplica de “Te amo, te idolatro pero déjame respirar”.
Este tipo de preguntas lo único
que pueden hacer tarde o temprano es asesinar tu relación porque aburren, son
indiscretas o hasta te pueden hacer pasar por una mujer obsesiva e insegura. En
mi experiencia no creo ser una preguntona pero te voy a contar una anécdota que
me sucedió con un patán —como decimos en México— o sea un mal tipo, egoísta,
aprovechado, mentiroso, etcétera ─agrégale los que te parezcan ─. En fin que en esos tiempos fingíamos ser
una pareja normal y de esos enamorados que se besan constantemente, que se
tiran en el pasto a mirar el cielo, a susurrarse en el oído, vivíamos según yo
el momento ideal, el tiempo indicado del siguiente paso —afortunadamente nunca
pasó—. Y un día sintiéndome cómoda y libre de ser yo se me ocurrió preguntar
cómo seríamos cuando fuéramos viejos, él contestó tajantemente y hasta de mal
modo “pues cómo que cómo, yo pelón y cagado y tu guanga y fea” Me sentí taaaan
mal que sólo me callé y él medio se rió. Supe que nunca daríamos el siguiente
paso porque para empezar yo no podía ser yo. Desde afuera me podía ver actuando
como una mujer tonta siendo ridiculizada por un hombre cruel.
Ahora,
como género femenino, al igual que masculino, se nos ha asignado un “papel” como
al actor en un escenario, una serie de tareas, actitudes: cómo actuar en
el aspecto social, con los amigos, con la familia, con los vecinos, etc; diferentes caminos culturales por tomar, ir o no a museos, conciertos, qué tipo de música escuchar, leer cierto tipo de libros o quizá sólo revistas o ni siquiera el periódico; en fin se nos da a escoger entre diversas posturas políticas,
y comportamientos que se pueden enmarcar por las distintas corrientes
psicológicas, así como jurídica y económicamente. Esto según la Dra. Norma
Vasallo Barrueta, nos designa como personas y nos diferencia de acuerdo al
sexo, siendo todo una construcción sociocultural.
Por tanto no estoy intentando
decir que haya una manera u otra de comportarse y creo que los estereotipos destruyen
la vida de las personas, quienes por tratar de alcanzarlos sólo se causan la
infelicidad y acumulan frustración. Sin embargo habría que marcar ciertos
comportamientos como inaceptables o peligrosos para una relación amorosa y más
que nada al amor propio. Es por eso que en este pequeño texto enlisto algunos
de ellos y que exclusivamente se relacionan principalmente con la inseguridad
que una mujer puede mostrar sobre el amor existente entre ella y su pareja.
Aún
después de años me cuestiono sobre si la del error fui yo con mis ideas
soñadoras de la pareja que sigue en una aventura aún en la vejez. No me he
topado con muchos hombres que tengan estas ideas y la mayoría no son tan
específicos ni tienen una idea concreta del futuro. La mayoría de mis amigas
ven su futro con hasta el más mínimo detalle bien claro y a veces caemos en
creer que los demás serán iguales y aún peor, creemos que nuestro chico es
igual y que ya hasta saben cómo somos, qué queremos oír, comer, ver, escuchar,
vestir, vivir… La verdad es que no me gusta caer en estereotipos ni en viejos
argumentos de educación machista o poder feminista ni nada de eso pero es
verdad que a veces seguimos ciertos patrones y atosigamos con preguntas y
preguntas. Y nos declaramos silenciosamente como preguntonas oficiales.
He
aquí algunas de las interrogaciones más amenazadoras y lo que un hombre —literalmente
uno a quien pregunté pues lo considero imparcial y bastante centrado— piensa de
ellas:
¿CREES
QUE SOY LA MÁS BONITA?
Necesitas atención, que alguien te lo esté
diciendo constantemente porque tienes la autoestima destruida,
¿CREES
QUE SOY LA MEJOR DE TODAS?
Eres una persona que quiere reconocimiento
porque sientes que nadie te ha querido o tal vez intentas ser perfeccionista y no
has conseguido hacer nada bien ante ti misma.
¿ESTÁS
PENSANDO JUSTO AHORITA EN ALGUIEN MÁS?
Te estás mostrando celosa, ¿qué le pasa a
esta mujer? Lo único bueno: tal vez lo quieras un poco. Estás desconfiando de
él y piensa que dudas de su integridad.
¿PREFIERES
ESTAR MÁS CONMIGO QUE CON TUS AMIGOS VERDAD?
Eres egocentrista , egoísta, una persona
que no lo deja ser libre.
Bonus, es decir, de su propia experiencia:
¿TODAVÍA
LA QUIERES VERDAD?
Es una pregunta intragable, tienes muchos
problemas mentales, por qué fastidiarlo con eso si te ha demostrado que te
quiere. No piensas en los posibles problemas de él o sus sentimientos.
¿QUÉ ESTÁS MIRANDO?
Puede estar o no viendo pero lo evidencias
y él sólo piensa ¿por qué lo hace, acaso no había una mejor manera, acaso tu
jamás miras siquiera un poquito a algún hombre?
¿ESTOY GORDA?
Conteste lo que conteste, pase lo que
pase, eso va a acabar mal. No importa que te diga “te ves bien, amor; estás de
lujo; no es verdad”. Tú nuca quedarás conforme. Y si contesta sí, a olvidarse
del mundo como lo conoce, más vale nunca contestar que sí
En
conclusión lo único que te puedo decir es que no hay nada definitivo en la vida
de pareja y que aunque la comunicación es fundamental debes de mantener claros
tus límites y tu valor como persona y no confundirlos. No gastes tu cerebro, tu
tiempo y tu saliva haciendo tantas preguntas. Puedes obligar a tu novio a que
no sea del todo sincero y evada respondiendo cualquier otra cosa lo que guiará
a la pareja a un rumbo incierto o pueden ser demasiado sinceros y crueles como
me tocó a mí. Por lo tanto, no seas preguntona. Mejor sé feliz y sé segura de
ti.